Para crear un equipo exitoso es esencial la creación de una cultura positiva. Los hábitos cotidianos pueden ser la piedra angular de este proceso, marcando la diferencia en la dinámica del equipo y la productividad en general. Los cuatro hábitos para mí que han sido clave y me ayudaron durante toda mi carrera como Líder y hoy sé que ayudan a mis clientes ya que pueden transformar a cualquier equipo y fomentar una cultura laboral positiva.

1. Interactuar de Forma Natural y Ejemplificar tus Principios y Valores:

La interacción y el ejemplo son piezas fundamentales para construir una cultura sana y positiva. Fomentar un ambiente donde los miembros del equipo se sientan cómodos donde todos compartan ideas y preocupaciones sin temor. Además, ejemplifica tus principios y valores en cada interacción. Conecta lo que se está viviendo en el momento actual en tu compañía con tus principios o valores. Al hacerlo de forma natural con autenticidad y coherencia estarás contagiando a tus colegas y miembros de tu equipo y mejor aún, CREANDO UN SENTIDO DE PROPÓSITO compartido dentro del equipo.

2. Comunicación Frecuente y Directa:

La comunicación directa y frecuente es un pilar clave para crear una cultura positiva en el trabajo. Establece canales abiertos donde los miembros del equipo se sientan libres de expresar sus opiniones. La retroalimentación constante y las actualizaciones regulares crean un ambiente transparente y fortalecen la confianza mutua. Recientemente Gallup presentó un reporte donde declaran que tener conversaciones significativas frecuentes ayudan a desarrollar relaciones de trabajo de alto impacto incluso mayor que algunas actividades de desarrollo de liderazgo. 

3. Inversión de Tiempo y Recursos para el Crecimiento de tu Equipo:

Otro hábito que es crucial en el desarrollo de equipos exitosos, es el invertir en el crecimiento de tu equipo. De manera frecuente y oportuna busca y proporciona oportunidades de desarrollo profesional, experiencias, reflexiones, cursos, charlas, intercambios, etc. Al alentar la mejora continua, no solo estarás invirtiendo en las habilidades individuales, sino también en el éxito colectivo del equipo. Si trabajas con tu equipo para que crezcan de forma individual de forma natural el equipo mejorará en su conjunto.

4. Fortaleza Emocional y Mental Fitness:

La fortaleza emocional y el Mental Fitness son componentes esenciales para crear, desarrollar y liderar un equipo exitoso. Reconocer y gestionar las emociones, tanto propias como de los demás, ayuda a fomentar un ambiente de trabajo mucho más equilibrado. La resiliencia mental del líder, impulsada por el Mental Fitness, permite afrontar cualquier desafío con claridad y calma, inspirando confianza en todo el equipo.

Procurar crecer el Mental Fitness propio y de los miembros de tus equipos resultará en beneficios diferenciadores, dando resultados extraordinarios, permitiendo la mejora de las relaciones interpersonales, la entrega de resultados y al final del día mayor satisfacción con el trabajo. 

Desde mi óptica, e intentando ser conservador, estos cuatro hábitos forman la base para una cultura positiva en el trabajo. La interacción auténtica, la comunicación abierta, la inversión en el crecimiento del equipo y el desarrollo del Mental Fitness son clave para construir un equipo exitoso, motivado y feliz. 

Integra estos hábitos en tu rutina diaria y observa cómo tu equipo florece en un ambiente de positividad y colaboración. ¡El camino hacia el éxito comienza con hábitos positivos!