Una de las diferencias principales que he observado al comparar los deportistas de alto desempeño y los líderes/ejecutivos de la mayoría de las empresas es la falta de preparación y práctica para llevar a cabo su trabajo. Tomando como referencia los jugadores de fútbol soccer, digamos que se preparan durante 5 o 6 días y por poco más de 30 horas a la semana para una eventual participación en el juego de la semana en el cual, si por acaso, jugarán 45 a 90 minutos. En cambio, nuestros ejecutivos/líderes, ejecutan su trabajo durante 8-10 horas al día y de mínimo 5 días a la semana con cero o muy poca preparación.

Una de las grandes diferencias es la preparación y desarrollo de rutinas mentales que terminan siendo determinantes en los momentos que más importan, lo observamos al inicio de cada partido o al reincorporarse después de una lesión durante el mismo, o más claramente observable al cobrar o defender un tiro penal.

Un tremendo ejemplo de esto que les comento lo podemos entender y aprender del gran campeón de tenis el serbio Nolan Djokovic que en repetidas ocasiones ha atribuido mucho de su éxito a su Mental Fitness que es, nada menos que esa capacidad de recuperarse inmediatamente de cualquier situación o desafío que se le presenta, en segundos después de ejercicios o rutinas muy simples está listo para responder a cualquier bola que le venga enfrente.

En el caso de nuestros líderes o ejecutivos, no los hemos preparado para responder de forma rápida y bien dirigida a todos los situaciones que se les presentan, pretendemos que aprendan con la práctica y que entreguen sus mejores resultados de forma continua, de reunión en reunión, reportando resultados, comunicando buenas y malas noticias, llamando la atención a los detalles no cumplidos o bien mostrando apreciación por el trabajo bien ejecutado.

Estoy convencido que al ayudar a nuestros líderes a fortalecer su Mental Fitness, traerá  para las organizaciones en donde se desempeñan cambios muy significativosfortaleciendo entre otras, la creación de una cultura más inclusiva,  un ambiente de trabajo de mayor innovación, la resolución de conflictos de forma más saludable, el mejor manejo de la energía y la reducción del estrés. Y para ellos como personas y para los miembros de sus equipos un mayor bienestar, mejores relaciones interpersonales dentro y fuera del lugar de trabajo, con sus familias y con sus amigos.

No podemos subestimar la importancia de contar con líderes debidamente preparados, ya que su contribución va más allá de simplemente cumplir con sus responsabilidades. Al dotarlos de herramientas para gestionar el estrés, enfrentar desafíos y fomentar un ambiente de trabajo saludable, estamos creando líderes que no solo dirige, sino que inspiran a sus equipos.

Te invito a que conozcas un poco más, contáctame para conversar.