Todos los días y de forma constante nos enfrentamos a situaciones que requieren una toma de decisión, desde las más pequeñas e insignificantes hasta aquellas más importantes y trascendentales. La capacidad de tomar decisiones nos permite aprender de forma continua y práctica, a superar obstáculos y aprovechar las oportunidades que se nos presentan  y finalmente a alcanzar nuestras metas.

¿Cuáles son las estrategias y factores debemos considerar al tomar una decisión?

• Define el problema: Invierte un tiempo razonable en definir el problema que queremos resolver. Muy frecuentemente este paso inicial te ayudará muy rápidamente a resolver el problema.
• Información disponible: Reunir y revisar toda la información importante que se pueda sobre el tema en cuestión.
• Generar alternativas posibles: practicar una “lluvia de ideas” mismo que sea contigo mismo, genera la mayor cantidad posible sin criticar ninguna.
• Evaluación rápida de las opciones y consecuencias: Evalúa las posibles consecuencias de cada una de las opciones que se generaron, considerando todos los pros y contras.
• Alineación con valores y objetivos: Verificar que la decisión que parezca ser la más indicada esté alineada con tus valores y objetivos personales y profesionales y también de la organización que representan.
• Usemos también nuestra intuición y emociones: Con mucha frecuencia, nuestra intuición puede ser una guía valiosa para tomar decisiones. Recordemos que somos seres emocionales que a veces pensamos.
• Toma acción: Implementa de forma decisiva y con fuerza la decisión que has tomado.
• Lleva a cabo un AAR: A la primera oportunidad, evalúa los resultados obtenidos llevando a cabo lo que en el ejército conocen como “after action review” o AAR, éste es un paso muy crítico en el proceso de aprendizaje y desarrollo. 

La toma de decisiones no es una ciencia exacta, pero utilizando algunas o todas las estrategias anteriores podrán aumentar nuestras probabilidades de tomar decisiones y con ésto continuar aprendiendo. Al desarrollar nuestra capacidad para tomar decisiones, podemos convertirnos en personas y equipos más proactivos, seguros de sí mismos y capaces de estar cada vez más cerca de alcanzar el éxito en todos los aspectos de nuestra vida.

Y como todo en la vida, la toma de decisiones es un proceso que se aprende con la práctica. Entre más lo practiquemos y cuantas más decisiones tomemos, desarrollaremos esa capacidad de ser cada día mejor.