No es necesariamente la fortaleza física, y tal vez tampoco sea la velocidad o agilidad. Claro, el entrenamiento que reciben o ejecutan es obviamente importante pero no es toda la diferencia, ni tampoco lo es la motivación para lograr su objetivo.

Después de muchos años, ahora entiendo que la diferencia principal entre los atletas de alto desempeño y el resto del mundo tiene más que ver con el TIEMPO DE RECUPERACION de una situación o de un momento a otro, es decir la velocidad con la cual ellos superan los desafíos, errores, o situaciones que se les presentan.

El mejor ejemplo que puedo pensar es el de un juego de Tenis, en los cuales frecuentemente vemos que en segundos los tenistas pasan de un gran error a un momento de enfoque y concentración para estar listos para el siguiente saque o jugada.

Los atletas de élite han desarrollado una habilidad especial para gestionar sus emociones y pensamientos de manera efectiva cuando enfrentan momentos de presión. En lugar de dejarse arrastrar por la frustración o la decepción, se concentran rápidamente en el AQUI y AHORA y en las acciones que pueden tomar para mejorar la situación.

El proceso de recuperación rápida también está relacionado con la capacidad de aprender y adaptarse constantemente. Los atletas de élite analizan sus errores y desempeño para identificar áreas de mejora. Utilizan cada desafío como una oportunidad para crecer y perfeccionar sus habilidades.

Esta habilidad de recuperación rápida y resiliencia no es exclusiva del deporte. En el mundo empresarial, aquellos individuos que pueden superar rápidamente los contratiempos y mantener una actitud constructiva tienden a destacarse. La capacidad de adaptarse a los cambios y mantener la compostura bajo presión es esencial en el entorno competitivo actual.

Esta habilidad es también crítica en situaciones de la vida, si no aprendemos a recuperarnos pronto de nuestros pequeños o grandes errores, las consecuencias pueden!